Cuando nos conocimos en 2017, la Universidad de Lima, una de las instituciones educativas más importantes de Perú, se encontraba en un emocionante proceso de cambio. La universidad había iniciado el Plan Sasaki, un ambicioso proyecto que transformaría su campus a lo largo de 30 años y le daría la oportunidad de relanzar su posición en el mercado. Nuestro desafío consistió en desarrollar una nueva marca que abrazara este cambio y, al mismo tiempo, honrara los valores y la esencia de la Universidad de Lima.
Nos enfocamos en recontextualizar su historia y convertir el tiempo pasado en un presente activo. Organizamos talleres, investigaciones y procesos creativos que nos llevaron a elegir la estrella como el símbolo que resignificaba el pasado de cara al presente y la guía hacia el futuro.
La estrella siempre había estado presente en el escudo de la universidad, pero esta vez la hacíamos protagonista y la convertíamos en un logotipo reconocible y memorable. Así mismo, reutilizamos los colores heredados del pasado pero haciéndolos más vivos, y al momento de combinarlos con una nueva tipografía, la marca establecía una nuevo vínculo más cercano e interesante para su audiencia. Fue así como llegamos a una nueva identidad gráfica que fue aplicada en todo lo que es la Ulima, desde las piezas impresas de sus campañas de comunicación hasta la señalética en el campus.
Dos años después de lanzar la nueva marca, llegó la pandemia y nos presentó nuevos desafíos. Como centro vivo de una comunidad de estudiantes, la Universidad de Lima necesitaba comunicar un mensaje de unidad ante la situación incierta que vivía el mundo. Creamos nuestra primera campaña, cuestionándonos qué futuro queríamos construir y cuánto estábamos dispuestos a esforzarnos para hacerlo posible. Este fue solo el inicio, ya que luego construimos una serie de campañas publicitarias para distintos productos de la universidad.
Cuando la Universidad cumplió 60 años, en 2022, notamos que el concepto de cambio estaba presente de forma transversal en toda la marca. Por lo tanto, ya no bastaba con adaptarse al cambio ni buscarlo, sino ser parte de él. Esta idea se convirtió en el nuevo espíritu de la Universidad de Lima, en su promesa de marca y en la base para la construcción de su nueva imagen y comunicación.
