Con más de 40 años explorando con licores botánicos en el valle de Ollantaytambo, Destilería Andina se acercó a nosotros para rebrandear su línea de productos Caña Alta. Tras ese pedido nace Salqa, una marca a la altura de su historia y tradición que, a la vez, le permitió un sólido ingreso al mercado nacional.
Destilería Andina surge como concepto en las alturas del Cusco alrededor de 1983 y con una bebida bandera: el matacuy, un elixir andino tradicional también considerado medicinal. Con el paso del tiempo, y con la ambición de profesionalizar la producción de cañazo, la empresa inició la ampliación de su oferta, lo que a la vez complejizó sus necesidades de comunicación y branding. Ese camino los acercó a nosotros.
Salqa nace como la marca de su familia de destilados jóvenes y añejos. Para su etiqueta desarrollamos una tipografía basada en las ventanas del complejo de Ollantaytambo y una ilustración con los animales de la sagrada trilogía andina (el cóndor, el puma y la serpiente). Una identidad que representa lo indomable de su nombre y su espíritu experimentador.
Como las bebidas tenían un rol protagónico dentro de los rituales de las antiguas culturas andinas, nos involucramos en cada elemento de la botella. Además de trabajar la etiqueta, hicimos foco incluso en el corcho, donde ubicamos una reducción del dibujo de la mitológica trinidad. El detalle que corona esta asociación con el misticismo es un sello dorado con un kero, el envase ceremonial por excelencia.
En 2024, este proyecto fue reconocido con un rayo de plata en la categoría Packaging – Beverages en los LAD Awards 2024.